¡Buen Jueves para todos gente!
Podés escuchar el episodio de este artículo acá: La paciencia es la clave
Creo que la paciencia es un recurso valioso a la hora de aprender, y que nos permite tener claridad sobre la etapa en la que nos encontramos. Por eso, me gustaría invitarte a reflexionar sobre qué tanto tiempo pasas pensando en el futuro, en vez de vivir el presente.
Hoy quiero profundizar en un tema que, personalmente, considero muy importante en el mundo del emprendimiento: el respeto por el proceso. A veces, nos enfocamos tanto en los resultados que queremos lograr que nos olvidamos de que hay un camino a recorrer. Como emprendedor, es esencial saber que no hay fórmulas mágicas para el éxito y que cada proyecto tiene un ritmo propio.
No te apresures, respeta el proceso
A menudo, los emprendedores nos dejamos llevar por la impaciencia y queremos avanzar lo más rápido posible. Está bien tener objetivos ambiciosos. Pero, si actualmente nuestra facturación es de US$500, debemos pensar en cómo llegar a los US$1000, no a los US$5,000 o los US$10,000. Porque lo que te lleva a cada cifra es diferente que a la que le sigue, son diferentes escalas con diferentes desafíos.
Es importante tener en cuenta que cada proyecto tiene su propio ciclo de crecimiento y que no podemos acelerarlo más allá de lo que permite su naturaleza. Si intentamos hacerlo, podemos generar problemas a largo plazo que terminen afectando la salud de nuestro emprendimiento.
Por eso, es esencial que sepas en qué etapa estás y que respetes el proceso. No hay nada más perjudicial para nuestro avance que querer forzar las cosas. Tu desafío como emprendedor no es tomar atajos para estirarte y aparentar, sino ser mejor para que tu proyecto crezca por sí mismo.
Disfruta ese proceso, cada día
La vida de un emprendedor no es fácil. Hay días en los que las cosas van bien, otros en los que parecen estancadas y otros en los que directamente van mal. Sin embargo, es fundamental que disfrutes el proceso. Si no eres capaz de disfrutar cada día, será muy difícil que puedas mantener la motivación y el compromiso necesarios para llevar adelante tu proyecto.
Cuando comiences cada jornada, hazlo con una sonrisa y pensando en todo lo que puedes hacer para que tu emprendimiento crezca. Si no te sientes motivado, tómate un momento para recordar por qué comenzaste en primer lugar. Piensa en tu propósito y en todas las cosas que te apasionan.
La importancia de los objetivos y de la ambición
Los objetivos son muy importantes en el mundo del emprendimiento. Nos motivan y nos empujan hacia adelante. Sin embargo, si los objetivos son lo único importante, perdiendo de vista el proceso, es cuando empieza a engullirnos la ansiedad por cumplirlos. El problema con la ambición es que no nos genera una ansiedad que nos perjudique.
Como emprendedor, es importante que tengas objetivos claros, pero también que sepas que hay cosas que están fuera de tu control. Por ejemplo, puede haber factores externos que afecten el crecimiento de tu emprendimiento. En esos casos, es esencial que te enfoques en lo que sí puedes controlar: tu actitud, tu capacidad de aprendizaje y tu compromiso con el proyecto.
Si llegaste hasta acá, es probable que te sientas identificado con lo que he compartido. ¿Te has detenido a pensar qué tan paciente eres en el día a día? ¿Te permites disfrutar del proceso, o estás constantemente preocupado por el futuro?
Me encantaría conocer tu opinión sobre este tema. ¿Cómo te ha ayudado la paciencia en tu emprendimiento? ¿Qué estrategias utilizas para evitar la ansiedad por cumplir objetivos? ¡Comparte tus experiencias en los comentarios!
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